El Centro Científico CEAZA y Pisquera Fundo Los Nichos están desarrollando humedales artificiales para el tratamiento de aguas residuales industriales.
Estos humedales artificiales depuradores son una innovadora y sustentable solución nace de la crisis hídrica que se agudiza cada año en la zona.
Se espera depurar y reutilizar los riles o aguas residuales industriales de la industria del pisco. En especial las aguas de lavado de equipo y maquinarias.

Este es un proyecto CORFO y está liderado por Claudio Vásquez, gerente corporativo del Centro Científico CEAZA.
Vásquez afirmó que no solo responde a una necesidad urgente de la región, sino que también marca una nueva etapa para el centro.
“Además de generar conocimiento científico de alto nivel, estamos desarrollando soluciones prácticas y basadas en la naturaleza”, indicó.
Este proyecto tiene una duración de 22 meses y espera avanzar hacia una gestión más eficiente y sostenible del agua.
Se contempla el diseño y construcción de estos humedales artificiales para tratar las aguas residuales de empresas como Pisquera Fundo Los Nichos y Cervecería Atrapaniebla.
Francisco Munizaga, gerente de Fundo Los Nichos, valoró esta iniciativa y señaló que espera que “también cumpla una función educativa para la comunidad local”.
Estos humedales, también llamados “construidos”, imitan los procesos de filtrado y depuración presentes en los ecosistemas naturales.

Gianfranco Moris, coordinador técnico del proyecto explica que: “consiste en una piscina impermeabilizada con una base de gravas y plantas”.
De esa forma el agua transita por debajo de la superficie, entre raíces que almacenan colonias bacterianas que eliminan los contaminantes.
“Como es un humedal subsuperficial, el agua nunca queda expuesta, lo que evita malos olores, la aparición de mosquitos y otros vectores indeseados”, afirmó Moris.
Sebastian Munizaga, jefe de producción de Fundo Los Nichos, dijo que este proyecto ayuda a cumplir un desafío que tenían pendiente como empresa.
Además mencionó su función para la educación: “queremos que sea un sistema educativo, con señalética y visitas guiadas, para que las personas lo conozcan y quizás lo repliquen”.

Hasta el momento las obras civiles del piloto están en ejecución.
Se están instalando cámaras, sistemas de regulación, estanques de acumulación y las primeras especies vegetales en proceso de adaptación.
Moris apuntó que “al ser una solución basada en la naturaleza, se requiere tiempo para que las plantas y bacterias colonicen y el sistema alcance su eficiencia óptima”.