Más de 900 toneladas de basura han sido retiradas de las playas de La Serena, Coquimbo y La Higuera, gracias al constante trabajo de limpieza realizado por los funcionarios municipales de estas comunas.
Entre los desechos encontrados no solo hay botellas de plástico y envoltorios de alimentos, sino también objetos sorprendentes, como en el caso de la capital regional, donde se hallaron fierros de seis metros de largo, estructuras metálicas, neumáticos, un paquete de sal inglesa proveniente de República Checa y hasta un centavo estadounidense.
Esta situación genera preocupación no solo por el impacto en el aseo y ornato de las playas, sino también por el peligro que representa la acumulación de desechos para la flora y fauna local.
Además, implica un gasto significativo para los municipios, recursos que podrían destinarse a otros fines si los visitantes fueran más conscientes de la importancia de mantener las playas limpias (y no solo las playas).
Lo más preocupante es que muchos de quienes ensucian luego critican a las municipalidades por la falta de limpieza, como si este trabajo no representara un costo considerable.