Con el correr de los años y el desprestigio que vive la política dentro de la sociedad chilena, la apatía hacia los procesos eleccionarios se ha acrecentado a niveles preocupantes. Tanto así que tuvo que volver el voto obligatorio para dejar atrás los paupérrimos números de participación que dejaron las elecciones voluntarias.
Dentro de esta crisis, los más perjudicados han sido las partidos políticos, especialmente los tradicionales, al ser asociados a la corrupción, al «pituto» o compadrazgo, a la manipulación mediática y, por qué no decirlo, a lo chulo o «rasca» debido a los escándalos que han protagonizado varios de sus miembros. Esto fue provocando que nacieran nuevos partidos, fraccionados de las antiguas fuerzas políticas institucionalizadas.
En las últimas elecciones, la solución que han encontrado los partidos políticos para seguir vigentes ha sido el reclutar candidaturas que se dicen independientes y apoyarles en el proceso por medio de la asignación de un cupo. Esto les permite a ellos acceder a los recursos e influencia de los partidos políticos, con todo lo que ello conlleva.
Es un «ganar-ganar» para ambas partes. Son esos candidatos que se promocionan como «independiente del pacto x» y salen en la papeleta como independientes, pero en el espacio asignado al partido político. Con todo esto, es fácilmente deducible que -de ser electos- no van a tener toda la independencia que pregonan, puesto que tienen favores que pagar. Alguien los ayudó a llegar a donde están… y gratis no fue.
La estrategia que han adoptado los candidatos es presentar su propaganda, o realzando la idea fuerza de que son «independientes» (sí, el hecho de que se repitan frases o palabras en estos discursos no es falta de oratoria o habilidades discursivas, sino todo lo contrario), o es omitir toda mención o logo dentro de sus soportes propagandísticos. Esto lleva a la confusión del votante, además de explotar el contexto actual donde «se vota a la persona, no al partido».
No son pocos los postulantes que ganan las votaciones sin que se sepa qué partido político los apoya o militan hasta que, algún día, desobedecen al partido y éste decide destaparles algún caso de corrupción que tenían guardados. Al final, entre el fútbol profesional y la política no hay mucha diferencia: todos se saben sus secretos, pero se van destapando según conveniencia.
Cristóbal Juliá, candidato a Gobernador Regional de Coquimbo por Evópoli (Chile Vamos)
Uno de estos candidatos es el meteorólogo Cristóbal Juliá, quien se presentó a Gobernador Regional y logró pasar a la segunda vuelta, la cual tendrá lugar el domingo 24 de noviembre.
Juliá es cercano a Roberto Dueñas y Mi Radio, donde ha sido panelista y conductor en un medio que tiene varios casos de posverdades y desinformación. Esta situación mediática -sumado a la polémicas como su apoyo a Minera Dominga– ha llevado al público a preguntarse de qué partido político es Cristóbal Juliá.
Cristóbal Juliá no es militante de ningún partido político, pero es el candidato de Evolución Política (Evópoli) organización que se define como centro derecha, con quienes coordina su campaña.
El meteorólogo de Mi Radio es cercano a esta agrupación desde el 2017, cuando el partido le ofreció una candidatura. Como señaló en una entrevista institucional publicada en la misma web de Evópoli: «el año 2017, Evópoli me invitó a ser parte de sus filas y fui candidato a CORE. Si bien no logramos el escaño, la votación fue buena. Posteriormente me dediqué a trabajar alejado de la esfera política partidista. Evópoli desde aquel entonces me parece un proyecto interesante con el que comparto sus principios y donde me siento cómodo. En esta ocasión, cuando estaba pensando en la actual candidatura, nuevamente hubo acercamientos y retorné siempre pensando que es la casa donde estoy cómodo».
La última publicación que Evópoli realizó sobre Cristóbal Juliá fue el pasado 28 de octubre, destacando que éste, con su paso al balotaje, representa uno de sus resultados más destacados en lo que lleva de historia como partido político.
–
Lee también: Quién es Cristóbal Juliá: El candidato de Minera Dominga y Mi Radio