Un derrame masivo de material tóxico ocurrió la madrugada del pasado sábado en Bahía Chapaco, región de Atacama, producto del relave de CAP Minería. Los desechos mineros alcanzaron el mar, dañando fuertemente el ecosistema de la zona y presentándose como un peligro para la salud de las personas que viven en el sector. La denuncia fue realizada por la Asamblea Ciudadana Huasco Sin Relaves.
El proyecto se encuentra en construcción y se ubica solamente a tres kilómetros de Huasco, siendo calificado por la comunidad como de alto riesgo porque, además de los daños anteriormente señalados, también ha sido afectado patrimonio arqueológico y paleontológico presente en el lugar de los trabajos. Recordemos que la zona costera de Huasco ha sido declarada Zona de Sacrificio, en detrimento de la calidad de vida de nuestros compratriotas y de la preservación de su entorno.
La Asamblea Ciudadana Huasco sin Relaves argumenta que los permisos de construcción han sido seriamente cuestionados ante el Tribunal Ambiental de Antofagasta y la Corte de Apelaciones de Copiapó, debido al Plan de Mitigación que ha implementado CAP Minería, el cual encuentran débil.
Por ahora, la empresa minera no ha respondido públicamente a esta grave acusación y no se ha referido a la veracidad de los videos que circulan en Internet, donde se les vería tapando el desaste con arena.
Zonas de Sacrificio
El concepto Zona de Sacrificio nace en Chile y, como bien deja consigando Diario El País de España, engloba a «aquellas zonas del país con una concentración masiva de industrias contaminantes, sobre todo carbón, pegadas a la población, para el desarrollo económico del país». Además de la zona costera de Huasco, entran en esta lamentable categoría Quintero-Puchuncaví, Coronel, Mejillones y Tocopilla.
En el contexto del Mes de la Patria, da a pena saber que miles de compatriotas (entre ellos niños), están condenados a posibles enfermedades degenerativas para que unos pocos vean aumentar sus ganancias día a día. ¿Un discurso que busca coartar el progreso del país? Verlo de lejos es súper fácil, a nadie le gustaría vivir en una Zona de Sacrificio, especialmente a quienes ven el crecimiento económico como una religión.