La crisis del modelo partidista de la política chilena viene desde hace años, décadas podríamos decir, no es un fenómeno reciente (como se nos quiere hacer ver), que nace porque la «alegría» nunca llegó. Esto a llevado a que diversas personalidades que desean iniciar una carrera política decidan hacerlo de forma independiente, desmarcándose de los bloques tradicionales bajo el argumento de que «no somos parte de ellos».
Sin embargo (y un sin embargo muy gigante), la mayor parte de las veces todo esto termina siendo un teatro; costear una campaña electoral es carísimo, además de que se necesita mucha influencia para aparecer frecuentemente en los medios, tener más minutos en la franja electoral y más influencia aún para que se refieran a nosotros de manera favorable. Sí, los medios tradicionales no tienen el poder de persuasión de antes, pero las personas que aún votan todavía se informan con ellos. Este fenómeno se marcó muchísimo en los tiempos del voto voluntario.
Por estas razones, posteriormente aparecieron candidatos independientes, pero que iban bajo el «cupo del partido x». Tras recibir varios cuestionamientos, los candidatos que realizaron este tipo de movimientos respondieron que «solamente era el cupo, que no había nada oscuro de por medio». Todo suena extraño, puesto que en política nadie regala nada (sí, gracias Maquiavelo); llegar a la élite nunca es gratis, siempre hay condiciones en los acuerdos, aunque se hagan de palabra en un cafetería… y pobre de quién no los cumpla.
Ahora el escándalo que sacude la política regional (finjamos sorpresa por enésima vez) es el pago de dinero a cambio de patrocinios en las candidaturas de los precandidatos independientes de Felipe Velásquez Navea (actual concejal de Coquimbo, hijo del edil Pedro Velázquez, postulante a la alcaldía de la ciudad puerto) y Pablo Herman (ex Intendente Regional durante el gobierno de Sebastián Piñera y actual candidato a Gobernador Regional).
Medotología de Felipe Velázquez y Pablo Herman
La política nacional y regional tiene muchos trucos y vacíos legales para poder seguir operando dolosamente (un servidor pensaría que dejan esas «puertas traseras» abiertas) y el utilizado ahora sería el Patrocinio Electoral, una figura muy conocida en Estados Unidos, donde cualquier persona puede donar dinero a la campaña del candidato que desea apoyar.
En la investigación de T13 indicaron que la denuncia fue realizada por dirigentes sindicales de la Región de Coquimbo, quienes señalan que se les ofrecieron pagos por firmar patrocinios ante el SERVEL a casi menos de una semana de cerrarse las inscripciones de las candidaturas. Los pagos se acordaban y se demostraban mediante comprobante mediante Whatsapp, sirviendo ahora como prueba para las denunciantes. En ellos se puede que los montos ofrecidos por candidatos son $1.000. Sí, leyó bien, $1.000.
Estos dirigentes sindican a Patricia Castillo como el contacto clave. Castillo habría trabajado con el ex diputado y ex alcalde Pedro Velásquez, por lo que la situación rebotó inevitablemente sobre su hijo Felipe. Todo ya fue evidente cuando, durante la emisión del reportaje, cuando se mostró por pantalla el llamado a Castillo, donde reconoció su nexo laboral con Velásquez, el que realiza de manera voluntaria.
Consultado sobre el tema, Felipe Velásquez indicó que «lo que dice es totalmente falso. No ando pagándole a la gente, mi campaña es totalmente austera y menos pagando, porque el cariño de la gente se ha pagado solo. (Patricia Castillo) ella trabajó en su momento con mi padre, pero ella me apoya, como se puede decir por fuera, pero dentro de mi equipo no está, por lo tanto, no tiene en este caso ni la orden ni la facultad para pagar porque eso no está dentro de nuestra ética».
Todos Juegan
Tras emitido el reportaje, salieron los expertos en todo a comentar en las redes sociales, pero esta vez (lo cual es raro en una caja de comentarios), se pudo sacar una que otra cosa: la primera es que hubo usuarios que acusaron a otros de ser ex funcionarios del período Pereira, por lo que estarían «metiendo bulla» como una forma de venganza por los despidos que sufrieron cuando entró la administración de Alí Manouchehri. En tanto, otro grupo de personas asegura que esta denuncia habría sido hecho por el mismo alcalde de Coquimbo o su equipo, como una forma de socavar, especialmente, la candidatura de Felipe Velásquez. Por ahora, Manouchehri no se ha referido al tema y todo ha quedado en rumores y teorías del internet.