Un grupo de habitantes de la localidad de Recoleta, ubicado en las cercanías de Ovalle, realizó un corte de la Ruta D-43, para protestar por el ataque que sufrieron un adulto mayor y un menor de edad debido a una jauría de diez perros que viven por el sector.
Mariana Vivanco es familiar del adulto mayor que fue atacado por esta jauría y explicó que «estos perros son de una mujer, ella acostumbra a tener hasta 15 o 20 perros, ella aparentemente los alimenta esporádicamente, entonces los perros se han acostumbrado a salir y atacar a la gente. El año pasado a la tía de mi esposo la atacaron los perros, esa vez las mordeduras no fueron muchas, pero por la caída tuvo que operarse de la columna. Ahora el domingo atacaron a este abuelito de mi esposo, él fue a visitar a uno de sus hijos y al regresar lo atacaron y lo mordieron mucho en las piernas y los brazos, tuvo que ser trasladado al hospital, fue atendido durante todo el día, ahora fue derivado a la casa pero con curaciones permanente en la posta de Recoleta».
Tras reunirse con las autoridades, depusieron la manifestación, pero sin descartar volver a realizar un movimiento de eeste tipo en caso de acontecer otro ataque por parte de estos perros, como dejó en claro el presidente de la Junta de Vecinos de Recoleta, Cristian Ogalde.
Ogalde agrega que no es la primera vez que ocurre este tipo de hechos: «yo tengo fotos de un ataque de estos perros a unas mascotas de unos vecinos el año 2021, desde ahí que yo tengo registro, pero incluso podría haber sido desde antes, esa vez prácticamente se devoraron al perro de un vecino. En ese tiempo era una jauría de por lo menos 15 perros, ahora está un poco más reducida, pero nunca baja de 5, por lo general son entre 8 a 10 perros. Esto es como a 60 metros de la posta del pueblo, es en plena población».
La tenencia de animales debe ser responsable, especialmente cuando se trata de perros bravos. A pesar de que existen normativas al respecto, como la Ley 21.020 (más conocida como Ley Cholito), son muchas las personas que pasean a sus mascotas sin bozal o los dejan correr libremente por sus casas sin tenerlos con correas de seguridad, bajo la excusa de que «son sus casas» o que si no los atacan a ellos, menos lo harán contra un vecino que ven todos los días.