El Movimiento Elqui sin Mineras y sus 40 organizaciones miembros interpondrán acciones legales en miras a detener el proyecto minero Campanario, el cual contempla 116 plataformas de perforación para exploración, sondajes de hasta 500 metros y una inversión de 36 millones de dólares dentro del Valle del Elqui. Estos trabajos se realizarán a 4.000 metros de altura, cerca de la antigua mina El Indio, cerrada en 2002.
Desde Elqui sin Mineras indican que el daño ambiental al Valle del Elqui que provocará Campanario será más grave que el ocurrido con El Indio, especialmente en contaminación de aguas, las cuales abastecen a las comunas de Paihuano, Vicuña, La Serena y Coquimbo. Además, argumentan que la instalación de Campanario significará la ruina de la economía local, basada en la agricultura y la ganadería. Señalan que todo esto debió contemplarse con la realización de un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y no por medio de una declaración en el Diario Oficial, infringiendo el artículo 11 de la Lay 19.300.
Por ello, presentarán una reclamación formal debido a que solamente 87 de las 600 observaciones ciudadanas fueron acogidas por la autoridad, a quienes acusan de llevar este importante asunto con desidia. A la causa se unió la diputada del Frente Amplio Carolina Tello, quien indicó que se buscará oficiar al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) para conocer las razones de la aprobación del proyecto.
A pesar de que se conoce el daño que provoca la actividad minera y la importancia del Valle del Elqui, no solamente como fuente de turismo, sino su carga cultural y valor que le dan sus habitantes, aún así, hay personas que les da lo mismo aquello y lo reflejan con lugares comunes y datos poco precisos como esta columna de Ricardo Guerrero.