Si bien la minería y el medioambiente se llevan mal desde hace siglos en los suelos nacionales, la sequía en la Zona Norte ha agravado ese conflicto, puesto que la escasez de agua ha empeorado justamente en los lugares donde la minería ha sido más próspera en Chile.
Es cierto que la actividad no es la principal culpable de esta lamentable situación, sino que es consecuencia de los problemas climáticos y la complicidad de sus negacionistas (muchos hoy llegando peligrosamente a ocupar cargos de poder); no obstante, la minería es una de las actividades que más consume agua en sus procesos productivos. Al haber menos agua para utilizar, el impacto de la minería sobre el recurso se agudiza, siendo las personas (como siempre) las más perjudicadas, puesto que nadie bajará la productividad del país y molestará a un gremio tan fuerte como el minero para darle agua a los ciudadanos (aunque una minera gaste varias veces más el agua que tú consumirás…durante toda tu vida).
Y si nosotros en las ciudades la pasamos mal con el solo anuncio de un hipotético racionamiento de agua, ni imaginar lo mal que lo pasan ya las comunidades indígenas, quienes llevan olvidados desde hace décadas.
Próximo Tambo El Litio
Al problema del agua se ha sumado, recientemente, la destrucción de los salares del Norte Grande, al encontrarse en ellos importantes cantidades de litio, mineral que será estratégico para el siglo XXI, donde las potencias del Mundo ya están disputándose su control. El litio es vital para la creación de baterías para artículos tecnológicos de todo tipo, desde celulares, computadores, hasta vehículos; por ello, quien controle el litio, controlará el destino del Planeta.
Pero este desarrollo se lleva pasando a llevar, no solamente a la naturaleza, sino que a las comunidades que reconocen en estas tierras parte de su ancestral historia, la cual fue arrancada casi de cuajo durante los procesos de colonialización y conquista; aún así, ellos han decidido dar la pelea, aunque la contienda sea titánica, puesto que no están enfrentando solamente al Estado de Chile, sino que a gigantes de la tecnología como Elon Musk, quien ya señaló en X que si tiene que hacer golpes de estado para quedarse con recursos como el litio, cobalto o tierras raras, los hará.
Uno de los grupos que se encuentra dando esta lucha con gallardía es el grupo Marcha por la Defensa de los Salares, quienes realizaron una manifestación en San Pedro de Atacama para proteger el desierto más árido del mundo de la intervención que lleva sufriendo desde hace tiempo. Como señalan en su comunicado de prensa: «El Estado de Chile por más de 100 años ha usurpado y destruido nuestro territorio, desviando, contaminando y desecando ríos, lagunas y aguas subterráneas, violentando y ultrajando a nuestra madre tierra como a su espíritu, puri milenaria en su mundo infra. La extracción, nacionalización y privatización de nuestros recursos sirven de sostén para un centralismo».