Sigue descubriéndose más información sobre el caso de los 23 narcotraficantes que fueron liberados bajo fianza en Ovalle, a pesar de haber sido sorprendidos con más de 1.600 kilos de droga.
El Juzgado de Garantía de Ovalle y su juez Luis Muñoz Caamaño fueron los cuestionados de la semana y ahora el turno será de Carabineros. Esto es porque una funcionaria de la institución está sindicada de ser informante de una de las bandas. Este mujer apareció en los audios señalada como «la paca de Tulahuén».
Según una investigación de Radio Bío Bío, el caso está rodeado por «un enorme entramado que incluye empresas fantasmas, palos blancos y, posiblemente, la colaboración de Carabineros. Todo para que los imputados burlaran a la justicia y pudieran cosechar miles de kilos de marihuana en la soledad de los cerros que se yerguen en las cercanías de Ovalle e Illapel».
Estas plantaciones eran fuertemente disputadas por estas bandas de crimen organizado, las cuales se abastecían en una tienda grow shop ubicada en el centro de Ovalle. En estas mexicanas, la funcionaria sale al descubierto como un contacto clave. En los audios que se han presentado como evidencia se puede escuchar que «la paca de Tulahuén le está avisando al Nacho y el Nacho llama altiro pa’rriba (…) Porque el Nacho está coludido con los pacos de Tulahuén».
Este audio amplía el rango de los posibles culpables, porque indicaría que no sería solamente «La Paca de Tulahuén», sino que los policías de toda la localidad quienes serían partícipes en esta red de tráfico de estupefacientes. Por ahora, y como señala el reportaje de Bío Bío, no hay ningún policía sentado en el banquillo de los acusasos por participación directa en el delito, solamente siete funcionarios de la SIP por quedarse con parte de la droga incautada.