Hace tres meses, El Norte realizó una nota sobre cuánto podía ganar un chofer de UBER semanalmente dentro de la Región de Coquimbo. En ese momento, consignamos la consolidación en la zona de la llamada GIG Economy, que se define como «trabajos esporádicos que tienen una duración corta y en los que el contratado se encarga de una labor específica dentro de un proyecto». Es similar a la subcontratación, pero en su grado máximo de lo máximo.
Aunque las opiniones sobre el fenómeno son dispares entre sí, eso no ha detenido el avance de la GIG Economy dentro del mundo, especialmente en el Occidente Liberal. Quienes están a favor, argumentan que ofrece libertades laborales que no tienen cuando uno está atado contractualmente a una empresa, que todas las ganancias del trabajo realizado con para quien realiza el trabajo, que fomenta el emprendimiento, descentralizando los mercados al fomentar la presencia de mayores competidores dentro del mercado.
En tanto, sus detractores indican que esa libertad se paga con la renuncia a los derechos laborales que se obtienen mediante un contrato de trabajo, como seguros de salud, asignaciones familiares, los cuales se lograron en luchas sociales que duraron siglos y costaron la vida de miles de hombres y mujeres, incluso niños y niñas…como ocurrió en la Masacre de la Escuela Santa María de Iquique. Además, agregan que sí, se puede ganar más dinero, pero que nadie advierte que la merma es grande al ser el trabajador quien tiene que correr con los gastos operacionales, no la App contratante y que, sí, a primera vista se ven más personas trabajando en un rubro, pero que son tan pequeños que siempre terminan eliminados al no poder seguir compitiendo o comprados por un pez más grande, aumentando la posibilidad de monopolios.
En este video, Café Kyoto entrega una visión más amplia y completa sobre el fenómeno de la Gig Economy, indicando que «está avanzando cada vez más rápido en los EEUU, y Latinoamérica parece seguir sus pasos. Un nuevo modelo industrial que, bajo un discurso de libertad y emprendedurismo, busca promover la precarización de las condiciones laborales como una forma de reducir costos mientras que se despoja al trabajador de sus derechos conquistados. Hoy vamos a hablar de la GIG economy y las implicaciones que esta puede tener para el futuro».